Visitar Sevilla es una estupenda opción para conocer el encanto de las gentes de la ciudad, para admirar uno de los patrimonios históricos y artísticos más importantes del mundo y, por supuesto, para saborear los platos de su exquisita cocina. Por esto último, lo más recomendable es llevar a cabo la reserva del hotel en el centro, en el barrio de Santa Cruz. ¿Por qué? Porque así se podrá disfrutar de la conocida ruta gastronómica por ese singular y pintoresco barrio, el judío:
• En concreto, mediante ese itinerario se podrá paladear y probar la esencia de la cocina hispalense en algunos de los locales más emblemáticos de la urbe, los que tienen tras de sí una tradición de más de un siglo. En ellos se podrán degustar recetas exquisitas y significativas como las espinacas con
garbanzos, la pringá, el bacalao frito o las alcachofas con jamón.
• Al reservar un hotel en el centro del Barrio de Santa Cruz tampoco hay que olvidarse que los turistas más sibaritas y amantes de la alta cocina también tienen la oportunidad de darle placer a su paladar. Y es que hay restaurantes que ofrecen no sólo un ambiente acogedor e íntimo sino también unas cartas en las que se pueden saborear los platos de siempre pero con un matiz más actual. Buena muestra de ello son el humus andalusí, el pisto con huevos de codorniz o la carrillada estofada con pera.
• Quien tenga claro que desea tapear en el corazón de Sevilla puede optar bien por las tascas más tradicionales o bien por establecimientos tipo gourmet. Estos últimos ofrecen tapas de autor originales y diferentes.
• Por supuesto, en una ciudad como esta, que es fruto de mezcolanza de culturas, también se ofrece la posibilidad de acudir a restaurantes de cocina internacional. Así, hay desde algunos de los mejores ita
lianos de Andalucía, especializados en risotto, hasta los que brindan las más interesantes propuestas en cuanto a gastronomía japonesa.
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