Pasar la Semana Santa en un Hotel del centro de Sevilla es una experiencia inolvidable. La ciudad se engalana para sus días grandes. Sólo hay que dejarse seducir por los sentidos, el aroma a incienso inunda sus calles, el sonido de los acordes que acompañan al misterio resuenan en las paredes de aquellas casas con balcones adornados, donde asoman mujeres vestidas con sus mejores galas.
Declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, alcanza una intensidad tanto estética como emocional. Es el arte reflejado en las diferentes imágenes que pasean por las calles de la bella ciudad recibiendo el clamor de los fieles devotos que esperan su paso para cantarles una saeta o para disfrutar del espectáculo.
Durante la semana, que comienza el Domingo de Ramos y finaliza con el domingo de Resurrección, desfilan por las calles de Sevilla unas sesenta cofradías que rememoran la vida, pasión y muerte de Cristo.
Situado en pleno centro de Sevilla, en el Barrio de Santa Cruz, uno de los lugares más bonitos de la ciudad, se encuentra el Hotel Murillo. Desde el hotel, el visitante podrá desplazarse cómodamente a pie por todas las calles del centro y así poder disfrutar de las procesiones en los lugares más vistosos sin necesidad de utilizar ningún medio de trasporte urbano. Para los visitantes que busquen más independencia, las Suites Murillo o los Apartamentos Murillo y Las Cruces cumplirán ese papel a la perfección.
El placer de encontrarse entre la multitud, que acompañada del resonar de los tambores, se traslada de un lugar a otro para esperar el paso de la figura y con la comodidad de poder descansar con vistas a la Giralda es posible si se hospeda en el Hotel Murillo.
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